Cuando ella llegue
con sus alas y sus armas
ten cuidado de cerrar
mis ojos.
Y que mi boca no sea
violada por las moscas.
Lávame bien, peina mis
cabellos,
corta mis uñas y úngeme
con aromáticos ungüentos.
Ponme en el suelo
mirando hacia la tierra.
Estoy seguro me ama lo
bastante
para hacerme un sitio a
su lado.